martes, 23 de febrero de 2016

La Capacidad de Automotivarnos

Siento, luego existo. 


¿Hay algo mejor que ser capaz de motivarse a uno mismo?

Aunque pueda parecer algo lógico y sencillo, a veces no pensamos que la falta de motivación es nuestra responsabilidad y que siempre va a tener que ver con como percibimos la realidad que nos rodea. A veces pensamos que necesitamos la palmadita en la espalda para saber que estamos haciendo las cosas bien y que nos estamos esforzando lo suficiente. Pero, ¿y si no la recibimos? ¿significa que valemos menos?

No todos los padres o ambientes familiares, crían a sus hijos de la misma manera. Hay criadores que utilizan más el refuerzo positivo, otros el castigo y otros directamente no utilizan nada (es lo que conocemos como negligencia). Es injusto pensar que muchas rasgos de nuestra personalidad quedan marcados por como nos educaron y nos motivaron nuestros padres. Por como nos dijeron o no nuestros profesores que valíamos o no valíamos para lo estudios. Por como nuestros compañeros de clase nos dijeron que éramos o no éramos guapos. ¿Hasta que punto debería ser esto determinante de las personas que somos ahora? ¿Qué tus padres no estén orgullosos de ti supone que tú no tengas que estarlo de ti mismo?

Otra cuestión tiene que ver con las expectativas que tiene cada uno. No hay nada comparable a descubrir un día que nadie está aquí para cumplir con las expectativas de nadie. Eso puede suponer una liberación. Por ejemplo, el hecho de que dejemos de luchar por que nuestros padres estén orgullosos de nosotros. Ese orgullo es completamente subjetivo. Es subjetivo porque cada uno tiene sus valores, y nuestros padres pueden tener unos valores que poco tengo tengan que ver con los nuestros. Puede que el orgullo de nuestros padres sea que nos casemos y tengamos hijos y un buen trabajo. Pero, ¿y si no es el nuestro? ¿y si por lo que sea nunca lo logramos?
Vivimos en sociedad. Es evidente. Es cotejado una y otra vez por estudios científicos, el hecho de que nos necesitamos unos a otros para sobrevivir, que un ser humano sano y "normal" se relaciona con su entorno de forma sana y "normal". Pero ello no implica dejar que nos invadan. Con ello quiero decir, que no debemos dejar que la opinion de otros y que las expectativas de otros nos importen y nos afecten más que las nuestras. Que YO soy la persona más importante para MI. Que ello no implica egoísmo ni individualismo. Significa que si yo no tengo una buena relación conmigo, sino respeto mis propias necesidades y mis propias expectativas, no voy a poder tener una relación con el medio sana y "normal". Que si y no soy capaz de motivarme a mi mismo, ¿quién me va a motivar? ¿Las expectativas de mis padres? ¿La sociedad de consumo? ¿Un día una cosa y un día otra?

¿Nos debe importar que otros sean felices con mis logros? Por supuesto. Pero tener en cuenta los sueños de nuestros padres respecto a nuestra vida y lo que querrían que fuésemos, no es determinante. No es la verdad absoluta, el camino correcto o cómo deberían ser las cosas.

Tengámoslo claro: las expectativas de los otros son las suyas, no las nuestras.