martes, 26 de mayo de 2015

La Psicología Transpersonal


"Soy el Alfa y el Omega, y soy el que Vive"


La llamada Psicología Transpersonal, integra los aspectos espirituales y trascendentales de la experiencia humana. Va "más allá" de la limitada sensación de identidad permitiendo experimentar una realidad mayor y más significativa. Conecta lo psicológico con lo espiritual. Supone una comprensión diferente de la psique humana, la enfermedad, la salud y el desarrollo personal. En resumen, busca el pleno desarrollo de todas las posibilidades humanas.

El proceso evolutivo de cada uno de nosotros se desarrolla a lo largo de toda nuestra vida. Alcanzar la vejez no supone necesariamente alcanzar la plenitud e incluso alcanzándola, siempre se puede seguir aprendiendo y siempre se puede seguir desarrollado potencialidades. La estabilidad emocional no tiene un "efecto techo" es decir, siempre se puede ser más estable emocionalmente. El estado de conciencia se puede expandir más allá de las definiciones ordinarias, del ego individual que tiende a dominar nuestras vidas y con el cuál nos identificamos plenamente.

La Psicología Transpersonal considera temas como las experiencias cumbre, las experiencias místicas y las experiencias metafísicas de vida. Surgió en los años 60 con el objetivo de unificar la sabiduría de occidente con la de los grandes maestros de oriente. Recibe influencias de las diferentes corrientes espirituales como el Budismo y el Hinduismo. No excluye otras corrientes psicológicas como el conductismo, lo que hace es buscar un desarrollo psicológico más elevado, más allá de que el sujeto de "reajuste" para volver a "encajar" en la sociedad. La vivencia de los estados superiores de conciencia dejó de ser exclusivo del maestro espiritual y pasó a estar al alcance de todo ser humano. Ya no hace falta ir a un templo budista para el despertar espiritual. Hoy en día tenemos tanto profesionales transpersonales, así como técnicas de meditación adaptadas a occidente como la "mindfulness". Esta rama de la Psicología es pionera en el estudio de la conciencia y del desarrollo psicológico  e interior hacia una identidad en conexión con la naturaleza y el Cosmos.

Grandes aportaciones a la Psicología Transpersonal fueron hechas por grandes maestros como Stanislav Grof, Abraham Maslow, Carl Gustav Jung y William James. Y como uno de los grandes maestros espirituales de nuestro tiempo tenemos a Eckhart Tolle, cuyas enseñanzas son una síntesis de Jiddu Krishnamurti y Ramana Maharshi. 

viernes, 22 de mayo de 2015

Cuando el amor no te corresponde



 “Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma” Carl Gustav Jung



Cuando descubres que amas a alguien que no te quiere de la misma forma, es un dolor tan grande, que no deja espacio para nada más. Es como si reventases en mil pedazos y luego tuvieses que recoger tus trozos por ahí y volver a recolocarlos en su sitio. Puede que logres pegar esas partes y puede que no te rompas la próxima vez, pero las cicatrices sin duda arden.

Así que tómate tu tiempo, pero no un tiempo infinito. No tienes la culpa de que alguien no te quiera, no eres culpable de la situación, no es algo que hiciste mal o dejaste de hacer. No elegiste un amor no correspondido. Deja que ese dolor fluya. Es más saludable permitirte estar triste que reprimir tus emociones. Si lo dejas fluir, no te estancarás y podrás seguir con tu vida a pesar de haber amado a alguien que no te quería. El tiempo no lo cura todo, el tiempo pudre, cronifica. Dejar pasar el tiempo sin más esperando que acabe con tus emociones no funciona, tarde o temprano te enfrentarás a ellas. Debes actuar en el presente, dejando fluir ahora lo que sientes sin identificarte con ello. Todo pasa. 


El amor es algo que se da, no algo que se tiene. A pesar del dolor que supone la no correspondencia tienes, por tu parte, la tranquilidad de haber amado y de tener esa capacidad hermosa. Amar te expande, te ayuda en tu crecimiento personal. Aunque no recibas el intercambio esperado al final supone un problema de concepto: “doy amor esperando recibir amor”. Ahí es dónde radica el error, de esperar esa correspondencia exacta, porque no siempre sucede así y el no aceptarlo es demoledor. Da amor, expándete y te será devuelto. Lo que pasa es que hay que estar atento a como ese amor te es devuelto, porque tiene muchas formas. Lógicamente con ello no digo que tengas que estar con una persona que no te quiere, sino que la puedes querer mientras tengas ese sentimiento incontrolable pero haciendo tu vida, como una forma de seguir caminando en paralelo y las cosas se irán colocando en su sitio. A veces algo no puede ser. A veces era demasiado tarde desde el principio.
Cuando amas a alguien de verdad es complicado. Deja un rastro, un residuo muy fuerte y muy difícil de borrar. Puede ser que pienses que lo has superado y entonces vuelves a ver a esa persona y te “revuelve” por dentro. Tienes sentimientos encontrados. Párate, cálmate y vuelve a colocarlo todo en su sitio. Es normal, querer a alguien de verdad no desaparece así como así. Es muy difícil no esperar esa correspondencia, sobretodo si ha existido en el pasado (aunque fuese ilusoria). Sino eres capaz de olvidar ahora, convive con ello y tómate el tiempo que necesites. Ten paciencia contigo mismo, con tus recaídas, quiérete y protégete. Eres tú mejor amigo. 
Ninguno de los de tiene la culpa: ni el que no quiere ni el que quiere. Esa persona no es culpable de no amarte de la misma manera, puede ser que lo haya intentado y que no pueda. Pero aceptarlo es muy difícil, porque a veces buscamos explicación cuando no la hay. A veces pensamos que esperando todo llega, que esa persona un día se dará cuenta de que también te ama, siempre lo ha hecho y quiere estar contigo. No caigas en el error de esperar, ser paciente no es pasarse la vida esperando. Esperar supone fijar todas tus metas en el futuro pensando que será mejor que el presente, mientras dejas que el ahora se te escape. Al final tienes que pensar que es lo mejor para ti, ser el protagonista de tu vida y ante todo, amarte y corresponderte.

martes, 12 de mayo de 2015

Los Trastornos de la Personalidad



Parémonos un momento a pensar en nuestro comportamiento ¿a veces actuamos de manera poco lógica, inflexible, desconfiada, falsa? Este tipo de conductas no solo nos afectan negativamente a nosotros, sino a los que están a nuestro alrededor, contaminando todo lo que hacemos, todas las áreas de nuestra vida. En las que denominaríamos como personas "normales", este tipo de comportamientos se encuentran limitados en el tiempo y no se mantienen más allá de un periodo breve, por ejemplo, ante una situación determinada. Para las personas con un Trastorno de la Personalidad, este tipo acontecimientos no son aislados, sino una constante a lo largo del tiempo y de su vida.

Los Trastornos de Personalidad, son patrones desadaptativos de pensamiento, sentimiento, percepciones y conducta. Ello le ocasiona problemas al individuo en cuanto a su relación con los demás, consigo mismo y con el medio, aunque no implica que necesariamente el individuo vea sus características como un problema, contrariamente a todos los que están a su alrededor. Su tratamiento es difícil y costoso y frecuentemente acompañado de otros trastornos por los que se suele ir a terapia. Pocos van a terapia por un Trastorno de la Personalidad que no vaya acompañado de depresión, problemas académicos o con el trabajo, la pareja o la familia, o problemas de violencia.

Los componentes de la personalidad son el temperamento (dimensión biológica de la personalidad) y el carácter (factores psicosociales aprendidos).  Tenemos la descripción clásica de los cuatro temperamentos hipocráticos o los famosos "Big Five" que todo estudiante de Psicología conoce. No se puede determinar una proporción precisa de cuanto tenemos de temperamento y cuanto de carácter, no es una fórmula matemática. Pero en todas las personas ambos factores están presentes por lo que todos tenemos un margen de cambio. Por mucho que hayamos heredado un temperamento mas o menos complicado podemos compensarlo desarrollando un carácter que nos beneficie. La sensibilidad viene con el temperamento, la fortaleza con el carácter.

Hay muchas definiciones de lo que es la personalidad pero la más aceptada es la siguiente: patrón de pensamientos, sentimientos y conductas característicos que distinguen a las personas entre sí y que persiste a lo largo del tiempo y a través de las situaciones.  Se podría decir que una "personalidad desadaptativa" es aquella que no puede afrontar con flexibilidad las labores o responsabilidades de la vida cotidiana, cuando sus percepciones y conductas le causan gran malestar, deteriorando la capacidad de la persona para funcionar. Para considerarse un Trastorno de la Personalidad debe persistir en el tiempo y que se deriva notablemente de las expectativas generadas en esa cultura.

Seguro que todos conocemos o hemos conocido al menos a una persona con un Trastorno de la Personalidad (en política y economía podemos encontrar a un gran número de Antisociales), solo que no tenemos por que saber que esa forma de comportarse y de tener problemas consigo misma y con lo demás se considera un trastorno. Simplemente podemos verla como "insoportable", "violenta", "egocéntrica", "dependiente", "mala persona"...

Ahora mismo existen unos 16 Trastornos de la Personalidad descritos y clasificados. Personalmente no me gusta poner "etiquetas" u obsesionarme con encajar a una persona en una patología, pero en el caso de los Trastornos de la Personalidad me parece interesante para tratar de comprender porque una persona es tan poco funcional pero funcional en ciertas ocasiones, tan extrañamente complicada y llamativa, tan focalizada en su propio cuerpo o en el del otro, susceptible o excesivamente introvertida y a la vez, tan paradójicamente cuerda.

jueves, 7 de mayo de 2015

"Sin ti no soy nada"



Hay individuos que no son capaces de tomar decisiones por sí mismos, que necesitan de otros en quienes confiar. Dependen de los demás para tomar cualquier decisión. Su vida solo tiene sentido cuando hay otras personas para completarles, llenarles, que les protejan. No soportan la soledad. No soportan estar a solas consigo mismos. En psicología se conoce como Trastorno de la Personalidad por Dependencia (no debe confundirse con Dependencia Emocional).

 Aunque este tipo de personalidad se puede encontrar en ambos sexos es mucho más frecuente en mujeres. Veamos por ejemplo el papel tradicional de ama de casa: siempre pensando en los demás, anteponiendo los deseos de otros a los suyos propios. Viven, literalmente, para hacer felices a los suyos. Pero cuando estos comportamientos son llevados al extremo, supone un problema en el contexto social del sujeto. Se convierten en sujetos sin opinión propia, que hay que tirar de ellos, siempre detrás de otras personas. Implica también que tomen el papel pasivo en la relación de pareja. Se anticipan a las necesidades de los demás aunque ello les suponga sacrificarse. Prefieren no expresar su enfado o no discutir por miedo a molestar al otro. Este tipo de sumisión puede cansar a la otra persona porque al final resulta que no se puede hablar con el sujeto, siempre va a darte la razón siempre va hacer todo lo que quiera, sin voz ni voto. No todo el mundo es capaz de estar generando seguridad en el otro constantemente o tomando decisiones por los dos, estar con una persona que no es capaz de cuidar de sí misma. Su exagerado miedo a ser abandonados y el sentimiento de desamparo les hace reprimirse para no "estropear" las cosas manifestando abiertamente sus sentimientos. Si la relación con la persona importante en su vida finaliza se sienten utilizados y ultrajados creyendo que no podrán llenar ese vacío. Cómo es de esperar, en personalidades así existe un riesgo de padecer depresión. De hecho, lo más frecuente es encontrar este trastorno en consulta asociado a otros como ansiedad y depresión,  que sólo por sí mismo como objeto de tratamiento.

Parece ser que las pautas de educación juegan un papel importante en el desarrollo de este trastorno. La sobreprotección de las niñas y el modelo con rasgos dependientes que puede mostrar la madre, puede crear un estilo dependiente desde temprana edad en el sexo femenino. Pero debido a la incorporación de la mujer al mundo laboral y de la manifestación de diferentes roles, supone que los rasgos de dependencia vayan equilibrándose en cuanto a sexos. Es importante por tanto, que en la crianza de los hijos se fomente su independencia y autonomía sea cuál sea su sexo.